domingo, 8 de abril de 2012

“El pasado y el presente: Los dos lados de la ley”



Sermón “El pasado y el presente: 
Los dos lados de la ley”

Por: Hna. Grace Pons

Versículo: Romanos 8:3-4
8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu
Introducción:
Durante un estudio bíblico  un joven que asistía por cuarta vez le pregunto al pastor de mi iglesia que podía hacer para librarse de la vida pecaminosa que estaba llevando. Se sentía muy angustiado ya que desea agradar a Dios,  sin embargo,  estaba frustrado porque hasta ese momento le había sido imposible huir de las tentaciones y, que a pesar de sus “buenas intenciones” de llevar una vida sin pecado, volvía a caer una y otra vez. El pastor le pregunto si se había convertido y el respondió que no porque deseaba primero cambiar su vida de pecado para poder agradar a Dios. Ante esta observación el pastor volvió a preguntar y como piensas que puedes agradar a Dios y les respondió: Dejando de pecar.  Nuestro pastor volvió a preguntar, lo has logrado? Y el joven respondió tristemente: no y avergonzado bajo su rostro.

1.     Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne

A.    Que significa ser débil en la carne?
El apóstol pablo al final del capítulo 7 de Romanos nos ilustra la lucha del hombre para escapar del pecado sin éxito y vivir una vida de santidad que le gane el favor de Dios; por eso vemos en el ver 15 que el hombre  no entiende lo que hace porque no hace lo que quiere sino lo que aborrece. El hombre no puede combatir con éxito contra su naturaleza carnal que está vendida al pecado. Rom, 7:14.

B.    Características del hombre que “anda en las cosas de la carne”
1.    Piensa en las cosas de la carne Ro, 8:5
2.    Se ocupa de las cosas de la carne, ROM 8:6
3.    Practica las obras de las carne, gálatas 5:19-21

C.    Quien es el responsable de que el hombre no haga lo que quiere?
La respuesta a esta pregunta esta en este mismo capítulo 7: El pecado que mora en el ( Vers. 20 ) y el mal que está en mi ( Vers. 21 ) Dada esta triste realidad de la incapacidad del hombre de dejar de pecar debo entonces cuestionar:

D.    Que es imposible para la ley entonces?
Primero debemos ver que nos dice la palabra de Dios acerca  de la ley. Si vamos al libro de éxodo y Deuteronomio Jehová entrega a Moisés las tablas de la ley en el monte Sinaí y las consecuencias de no cumplirla.

1.     El pueblo escucha las palabras del pacto y se compromete a obedecer, Ex 24:7
2.     Moisés sella con sangre las palabras del pacto Ex 24:8
3.     El pueblo conoce las consecuencias de no cumplirla. Deuteronomio 27:26



E.     Podemos concluir entonces que es la misma ley la que condena al hombre dada su incapacidad de cumplirla por su debilidad en la carne. El hombre por sí mismo es incapaz de no pecar. La palabra establece que la paga del pecado es la muerte por lo que debemos decir que las consecuencias de  ocuparse de la carne son:

1.     Muerte, ROM 8:6
2.     Enemistad contra Dios, ROM 8:6
3.     No agradan a Dios, , ROM 8:8
4.     No heredan el reino de Dios, gálatas 5,21

A que conclusión podemos llegar entonces frente a esta triste realidad planteada? Si la debilidad de mi propia carne no permite que  la ley me libere del pecado para alcanzar la misericordia de Dios puedo entonces concluir  que no hay esperanza para el hombre pecador? En ninguna manera, apropiándonos de las palabras del apóstol Pablo. Si volvemos a las segunda parte del versículo 3 encontramos el camino para la justificación del hombre reconciliándolo de nuevo con  Dios al librarlo de la maldición de la ley del pecado y de la muerte.

2.     Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 

A.    Obra de Jesús:

1.    Cargo con la maldición de la ley, “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)”   Gálatas 3:13

2.   Cargo nuestro pecados, Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Isaías 53:6

3.   Salvar lo que se había perdido, Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Lucas 19:10 

4.   Salvar al mundo, Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Juan 3:17 

B.    Responsabilidad del hombre pecador

1.Creer por fe,

De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”. Hechos 10:43
“y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree”. Hechos 13:39


2.Recibir por gracia el perdón de sus pecados

Ninguna condenación hay. ROM 8:1
Libre de la ley del pecado y de la muerte Ro, 8:2

3.   para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu

A.         Cumplimiento de la justicia en el hombre carnal

Cuando el hombre se reconoce pecador y acepta su necesidad de un salvador y clama a Dios por su perdón y misericordia, el espíritu santo viene a morar al corazón del creyente e inicia una obra de regeneración, de transformación del viejo hombre carnal al nuevo hombre espiritual en Cristo Jesús. 

“Romanos 10:4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”. 


B.           Porque ya no andamos conforme a la carne sino conforme al espíritu?

1.   Porque El pecado ya no se enseñorea de nosotros.  “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia” Romanos 6:14

2.Porque El pecado ya no reina en nuestro cuerpo. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias,  Romanos 6:12


3.Porque  El viejo hombre fue crucificado con Cristo, ROM, 6,6

4.Porque El viejo hombre fue sepultado y resucitado con él para andar en vida nueva, Rom,6,4

5.Porque crucificaron la carne con sus pasiones y deseos,


C.          El andar del hombre espiritual

La vida del cristiano debe mostrar un cambio radical para evidenciar que el viejo hombre carnal has sido sepultado y resucitado junto a cristo Jesús. El espíritu santo actúa en el  corazón del cristiano cada vez que el viejo hombre se manifiesta y trata de imponer hábitos pasados.





1.    Manifiesta en su actuación los frutos del espíritu. “Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 5:22-23

2.    No satisface los deseos de la carne. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne, Gálatas 5:16. 

3.    Hace morir lo terrenal, Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; Colosenses 3:5

4.    Renueva su  mente, “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, Efesios 4:22-24


5.     Anda como hijo de la luz, Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz . Efesios 5:8

Conclusión:

Exhortación final al inconverso: Solo en cristo hay perdón de pecado y vida eterna.

Exhortación al cristiano: Dios nos llama a una vida de santidad en Cristo Jesús.


En el pasado éramos extraños y enemigos de Dios haciendo obras malas, incapaces de ser rescatados por le ley,   en el presente, el sacrificio de nuestro señor Jesucristo nos ha reconciliado con el padre. El camino de la salvación y santificación del cristiano está lleno de luchas y batallas por su naturaleza carnal y pecaminosa, sin embargo Dios nuestro señor nos llama a ser santos, como él es santo para poder presentarnos delante de el sin mancha e irreprensibles(Colosenses 1:21-22)

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