domingo, 8 de abril de 2012





ID Y HACED DISCÍPULOS: LA GRAN COMISION
Mt 28: 19-20


Hna. Catalina González Pons 

Notas tomadas en el año 1985
Desarrollado en enero 2012


A pesar de que Jesús ministró entre nosotros como siervo, curando y sanando cuerpos y almas, predicando las buenas nuevas del Evangelio, El concentró su atención en una actividad que sería la que perpetuaría sus enseñanzas y propagaría su doctrina, permitiendo la multiplicación de si mismo, de su carácter, en aquellos que habrían de seguirle, en la actividad de hacer discípulos, es decir,  enseñar a personas que aprenderían de El y seguirían sus pasos.

Dijo: Id y haced discípulos en todas las nacionesbautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mt 28:19-20, a esto se le ha llamado la Gran Comisión, que no es una opción para el cristiano y cuyo significado es la explicación del método que aplicó para llevar a cabo Su misión.

Pero es bien importante entender lo que significa ser un discípulo.  La palabra discípulo quiere decir “seguidor” y en el sentido de este versículo quiere decir seguidor de Jesús.  Nos ayudaría a entender su verdadero significado si comprendemos que toda persona salva por la gracia de Dios no es discípulo, ayudados por es estudio de lo que la Palabra de Dios nos dice sobre este mandato. 

Si estudiamos el contexto en que fue dicho dada esta encomienda, en el capítulo paralelo de Lucas, vemos que Jesús venía acompañado de grandes multitudes que le seguían; y volviéndose les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.” (Lc.14:25-27)
El llamamiento a ser discípulos no podemos verlo separado de lo que lo precede, en él está implícito el costo del discipulado, lo que habría de costar una vida siguiendo al Señor, lo que era necesario entregar para ser discípulo de Jesús. Las grandes multitudes que le seguían, no eran homogéneas en modo alguno, las motivaciones eran múltiples, muchas le seguían sin ningún compromiso. El sabía todo eso, es posible que por eso les explicara el significado de seguirle, de decidirse a ser un discípulo suyo y el requerimiento obligado: Dejarlo todo para ser enseñado por El. “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.” (Lc.14:33)
El predicador del evangelio suele invitar a los pecadores arrepentirse y aceptar a Cristo como Salvador, pero también lo hace con la esperanza de que sigan a Cristo, de que se hagan discípulos.  No todos podemos ser pastores, obispos, predicadores, (Ef. El mismo hizo a unos maestros, obispos, profetas??? pero todos estamos llamados a hacer discípulos. Esta comisión es un mandato que todos los creyentes debemos obedecer y debe relacionarse con el quehacer diario de nuestras vidas. Esta es la esencia el plan de Cristo para alcanzar el mundo para Dios. Este plan no podía fallar: Porque los verdaderos discípulos no solamente crecerían a su semejanza, sino que por Su espíritu “el espíritu santo”, a su tiempo ellos reproducirían su vida en otros. en la cual el maestro reproduce en el estudiante la plenitud de vida que él tiene en Cristo, en tal forma, que el discípulo se capacita para adiestrar y enseñar a otros.

Ahora veremos lo que significa:

1- Morir a sí mismo para que Cristo tenga el gobierno

La muerte de si mismoLc 9:23-24si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a si mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque todo aquél que quiera salvar su vida la perderá y todo aquel que pierda su vida por causa de mi, este la salvará.

Para compartir Su gloria hay que compartir su muerte. Lo que significa morir para que nazca otro ser diferente, como parte del Reino de Dios.
El Señor no hace una invitación, El nos lo ordena, cuando les dice: Sígueme a sus discípulos
Relación:
seguir a cristo= ser discípulo= muerte de si mismo

No debemos separar la salvación del hecho de convertirnos en discípulos. No podemos situar o considerar estos dos hechos como si fueran diferentes niveles de salvación. Como si asumiéramos que se puede ser salvo sin seguir las demandas más radicales de Jesús, como es la de tomar la cruz y seguirlo.

Este error se fundamenta en creer que la salvación fue concebida por Dios para beneficio del hombre, lo cual no es cierto, concebida para evitarle al hombre la condenación y hacerlo feliz, esta es una visión humanística muy errada.  La salvación, la razón por la cual Cristo murió en la cruz,  ES LA GLORIA DE DIOS.

Gloría a Dios,  un pueblo que tiene el carácter de Su Hijo Jesús  Ef 1:12. La gloria de Dios es más importante que el bienestar del hombre, Isaías 43:7, por lo tanto, no puedo convertirme en discípulo sin morir a mi mismo e identificarme con Cristo quien murió por mis pecados Mr 8:34. La muerte a si mismo es el mandato que prelude la convertirse de un creyente en discípulo, en Juan 12:24 dice Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere queda solo; pero si muere, llevará mucho fruto.

Somos crucificados con Él para que Él viva en nosotros. Si deseamos ciertamente que Cristo viva en nosotros tenemos que reconocer y creer firmemente, que Cristo no puede vivir en nosotros a menos que nosotros muramos a nosotros mismos, de lo contrario, nuestra propia vida carnal va a interferir con la suya. Nuestra personalidad, nuestro ego, nuestro carácter, le impiden vivir en nosotros como Él quisiera, porque somos demasiado diferentes a Él. Pablo escribió esta frase a los cristianos de Galacia, que debe ser representativa de la vida de todo creyente: "Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo, sino Cristo vive en mí." Gal 2:20.
Y si hemos muerto para poder dar frutos ¿qué es llevar mucho fruto sino reproducirse? Como dice este versículo del evangelio de Juan 12:24, después de la muerte viene la reproducción.

2-Sumisión a la Autoridad Divina
3-Devoción reflejada en una fuerte disciplina personal
4-Amor que se entrega. Compasión dispuesta al sacrificio

El discipulado es el único camino para evitar la desnutrición y debilidad de los niños espirituales que somos al nacer en el Evangelio “Jesús enseñó a sus discípulos, ellos le vieron vivir la vida que El les enseñó.”

El discurso parece tener dos componentes esenciales:
1-    La muerte de si mismo
2-    La reproducción del cristiano

“Jesús murió para poder reproducir vidas nuevas y quiere que cada uno de sus seguidores siga su ejemplo” (Keith Phillips)

1- La reproducción “sin reproducción no hay discipulado” Jn 15:8, Jn 15:2
Un discípulo maduro de Cristo debe enseñar a otros creyentes como vivir una vida agradable a Dios y debe equiparlos, es decir proveerle de los conocimientos y la sabiduría espiritual, para que adiestren a otros, que a su vez enseñen a otros, sin que ninguno sea un fin en si mismo. Cada uno es parte del proceso que Dios ha escogido como el método idóneo, el método ideal para extender Su Reino. El método de la muerte y la reproducción.
Hacer discípulos, es una obra grande e imposible de hacer sin Cristo; lo que en verdad ocurre, es que El está haciendo esta obra, y nosotros podemos colaborar con él en la medida que somos capacitados por su bendita gracia. “Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican.” Sal.127:1ª no podremos realizarla sin que la gracia de Dios y la perseverancia en la fe de nuestro Señor Jesucristo mantenga firmes nuestros corazones, creciendo en toda sabiduría y entendimiento espiritual.
No se puede ser, ni hacer discípulos de otra manera, debemos aplicar las enseñanzas del Señor Jesús. Tiene que haber un reconocimiento del alto precio que tiene Jesucristo para nuestra vida. “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis  verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Jn.8:31-32) Por lo tanto, ser un discípulo de Cristo tiene un precio, hacer discípulos para nuestro Señor no se trata de hacer o impartir un curso doctrinal, sino que se trata de entregar toda la vida, dejando todos los tesoros que tenemos, y seguir a Cristo a la cruz, para hacer morir todo lo terrenal que haya en nuestro corazón.
Nuestra vida como discípulos de Cristo debe reconocerse por un “sello de marca” que la distingue de la de los demás y que es la evidencia del amor divino. Jesús nos dijo: “Un mandamiento  nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Jn.13:34-35 Esta es la obra que el Señor nos mandó a hacer, producto de la transformación del corazón del hombre, en el cual debe estar impresa la Palabra de Dios. Este es el significado de la palabra “Discípulo.”



ISAIAS como quinto evangelista. Por Grace Pons


                                                                  


Seminario Universitario Bautista   2008


Isaías como quinto Evangelista  
Reporte preparado por: Grace Pons


Introducción      
Isaías. Hijo de Acaz. Su nombre significa “Jehová ha salvado”. “Profeta de Judá bajo los reinos de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías. El reinado de Ezequías fue de 29 años (2 Cr. 29:1), por lo que la actividad de Isaías debió de ser ejercida durante alrededor de 60 años, desde la muerte de Uzías, en el año 758 a.C., hasta el inicio del reinado de Manasés, en el año 698 a.C. Si se supone que el profeta tenía solamente 20 años cuando fue llamado(Isaías, 6:1), su vida se prolongó alrededor de 80 años, y la fecha de su libro puede situarse entre los años 750 y 700 a.C. según el  Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado.

El profeta Isaías fue usado grandemente por Dios para dar a conocer  la venida del Mesías, su vida, su carácter y su misión 700 anos antes del nacimiento de Jesús. Reiteradamente en el libro de Isaías encontramos toda la verdad revelada por Dios a este profeta.  No hay duda que Isaías era un profeta de Dios porque se cumplieron sus profecías; Debemos recordar que  solo recibiendo la revelación de Dios puede un hombre redecir lo que acontecerá en el futuro y ser llamado profeta.

El mismo Jesucristo autentica a Isaías como Profeta. En el evangelio de Luc 4:16-21 vemos que  Jesús llego a Nazaret  y en el día de reposo entro en  la sinagoga como era su costumbre y se le dio a leer el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, leyó Isaías  61:1,2 I hasta “el ano agradable del señor Y enrollando el libro, lo dio al ministro; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en el.
En el versículo 21 Jesús dijo: Hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros. Con esto Jesús declaraba la primera venida del Mesías tan esperado por el pueblo de Israel.

Haremos a continuación un recorrido por el libro de Isaías puntualizando las profecías mesiánicas:

Encarnación del Mesías

1. Anuncio de su Nacimiento

Isaías 7:14,15 presenta con gran exactitud que la concepción  del Mesías seria virginal y que Dios mismo se encarnaría en carne humana  ya que el nombre del niño seria Emanuel  que significa “Dios con Nosotros”. El nuevo testamento, en el evangelio de Mateo 1:23 se cumple esta profecía.
Isaías 9:6 nos presenta  las glorias de la persona del Rey futuro, anunciando el  “principado” que habrá de descansar sobre su hombro resaltando los nombres del Mesías: Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno y  Príncipe de Paz.
2. Ungimiento del   Mesías:
Isaías 11:1 profetiza que el Mesías será descendiente de la Casa de David, “Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñara de sus raíces”. Harold Willmington dice “Este pasaje describe lo que queda de lo que una vez fue un gran árbol y ha sido cortado: el tocón. Aquel gran árbol, el reino de David y Salomón, seria cortado a ras del suelo por las hachas de Asiría y Babilonia”
Cristo o Mesías significa “el Ungido”  y recibiría el poder de Dios ya que  el santo espíritu de Dios reposaría sobre El: “Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová Tendrá sabiduría, inteligencia, consejo y de poder, conocimiento y de temor de Jehová” Isaías 11:1,2. 
Harold Willmington nos presenta en su libro Auxiliar bíblico portavoz, Pág. 208 una preciosa descripción de la unción recibida por el Mesías:
Espíritu de Sabiduría
La habilidad para discernir el  espíritu de las  cosas
Espíritu de Inteligencia
La capacidad para discernir las diferencias
Espíritu de Consejo
La habilidad para adoptar conclusiones correctas
Espíritu de Poder
La capacidad para llevar a cabo lo decidido.
Espíritu de Conocimiento
La capacidad de conocer personalmente la esencia del padre Dios.
Espíritu de Temor del Señor
Debido a su conocimiento, tiene la habilidad de refrenarse de hacer lo que no le agrada al padre.

El Mesías: El siervo de Jehová
Isa 42:1,6   nos presenta como el carácter de Jesús es el carácter de Dios; He aquí mi Siervo... mi escogido... he puesto mi Espíritu sobre él; él traerá justicia a las naciones (Isa. 42: 1).
Ernesto Trenchard dice en referencia a este versículo “Parece ser que Ia Voz celestial que saludó a Jesús al salir de las aguas del Jordán, con el fin de empezar su ministerio, se hizo eco de esta profecía, que inicia toda una serie de referencias al ‘Siervo de Jehová”, ungido para Ilevar a su fin Ia obra de Dios en todo el mundo.
Esta profecía fue totalmente cumplida en Mateo 3:16 cuando Jesús luego de ser bautizado por Juan El Bautista salio del agua y los cielos fueron abiertos y el espíritu de Dios descendió sobre el como paloma.
Es importante señalar ya que estamos mencionando el momento del bautizo de Jesús por Juan el Bautista la profecía de Isaías respecto a el. “voz del que clama en el desierto; preparad  camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios”  Isaías 40,3
El cumplimiento de esta profecía fue registrada en todos los evangelios: Mar. 1:1,8;  Mateo 3:1,12; Lucas 3:1,9 y Juan 1:19,28.

 El ministerio Terrenal del Mesías
 En Isaías 42:2 se describe  claramente la forma como nuestro señor Jesucristo se caracterizaría en su ministerio. No gritaría en las calles ni alzaría su voz. A lo largo de los evangelios podemos ver los sermones de Jesús y la forma calmada como se dirigía a la gente. Vemos como Jesús enseñaba en la sinagogas (Lucas 4:15,  Marcos 1:21,22). La más bella predicación, rica en enseñazas y bendiciones para sus siervos ocurrió en un monte, Jesús sentado en tranquilidad. “El sermón del Monte”, Mateo, 5, 6,7:1,29).

1. Milagros del Mesías
Durante el ministerio terrenal del señor Jesucristo se manifestó su poder de sanción en múltiples ocasiones y a lo largo de los evangelios podemos confirmar como las profecías de Isaías  35:5,6    se cumplieron sin dar lugar a dudas.  “Los ojos de los ciegos serán abiertos, los oídos de los sordos se abrirán, Entonces el cojo saltara como un ciervo, y cantara la lengua del mudo”

Hace hablar un mudo
Mt 9:32,34
ciegos reciben la vista
Mt. 20:29,34 Mr.10:46,52
Sana un paralítico
Mt. 9:1,8 Mr. 2:1,12 Lc. 5:17-26 Jn. 5:1,18
Otorga la vista a los ciegos
Mt. 9:27,31
2. El Mesías y su relación con el pueblo Judío
Isaías predijo que el Mesías haría grandes señales delante de su pueblo pero que ellos no creerían en el.   Isa 53:3 evidencia que seria desechado, despreciado, menospreciado, y no estimado. En el evangelio de Juan12:37-38 se habla de la incredulidad de los judíos a pesar de tantas señales.
3. Relación de Dios y el Mesías
*    El amor de Dios y el Mesías
En Isaías 42:1 vemos el amor de Dios por su siervo, su escogido. En los evangelios vemos como Jesús recibe de Dios mismo el  testimonio de su amor. En Mateo 3:17 le llama su Hijo amado y en Marcos 9:7 “Este es mi hijo amado a el oíd”
*    La unción de Dios en el Mesías
Isaías 42:6-7  se evidencia el propósito de Dios con su siervo.  “Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; Te guardare y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los  ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
a.    Para  formar pacto con Israel
b.    Luz a los gentiles (salvación)
c.     Abrir los ojos a los ciegos - literalmente (sanidad) & figuradamente (la ceguedad espiritual)
d.    Librar a los cautivos en oscuridad (espiritual)
El sufrimiento del Mesías
Los capítulos 52 y 53 del libro de Isaías revelan los últimos días del Mesías. Dios nos revelo a través de Isaías la muerte y resurrección del salvador 700 anos antes de que ocurriera con detalles tan exactos que no cabe duda que estas profecías fueron reveladas por Dios mismo.
A pesar de que Isaías 52:13 habla de que el  Mesías seria exaltado su tiempo de gloria no llegaría hasta no haber padecido  un sufrimiento extraordinario y morir.
Últimos días                        de Jesús

Profecías de Isaías
Cumplimiento en el Nuevo testamento
El Mesías fue golpeado y desfigurado
Isa 50:6

 “Di mi cuerpo a los heridores y mis mejillas a los que me mesaban la barba ;No escondí mi rostro de injurias y de esputos” 
Mat 26:67            Mat 27:26             
Cargo con los pecados del mundo
Isa 53:4

 “Ciertamente llevo el nuestras enfermedades sufrió nuestros dolores; Y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas el herido fue  por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre El, y por su llaga fuimos curados”
Mat 27:41-43 Luc 23:33
Col 1:20         Mat 27:26
Actitud del Mesías : Silencioso ante Sus acusadores
Isa 53:7

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; Como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Mat 27:12-14 Mat 27:27-31 Jua 1:29
Crucificado con criminales.
Isa 53:12

Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, Por cuanto derramó su vida hasta la muerte y Fue contado con los pecadores,  Habiendo él llevado el pecado de muchos y orando por los transgresores
Mat 28:18            Luc 23:46             Luc 23:322          Cor 5:21             
Enterrado con los ricos
Isa 53:9

Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque Nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca
Mat 27:57            Mar 15:3                Jua 18:38
Resurrección  y vida eterna de Jesús
Isa 53:10

Con todo esto, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándolo a padecimiento. Cuando haya puesto Su vida en expiación por el pecado, vera linaje, vivirá por largos días y La voluntad de Jehová será en su mano prosperada
Jua 18:11               Mat 20:28              Mar 16:6              Jua 17:1-5
Justificara al hombre ante Dios
Isa 53:11

Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; Por su conocimiento mi siervo junto a muchos, y Llevará las iniquidades de ellos
Jua 12:27            Rom 5:18-19 Rom 5:8-9             Heb 9:28
Estos últimos versículos nos permiten darnos cuenta de los sufrimientos, del padecimiento de nuestro señor Jesucristo. Sin embargo nuestra esperanza esta puesta en Isaías 52:13  que nos muestra los logros del siervo de dios. ” He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y sea puesto muy en alto”. 
Conclusión:
Las profecías de Isaías predicen toda la vida del Mesías, desde su nacimiento virginal anunciado por Dios hasta el sufrimiento de muerte para que pudiera ser cumplido el mandato de Dios que a través de su muerte daría salvación a las naciones.
Sin embargo las profecías de Isaías no terminan con la muerte, resurrección y ascensión del Jesús sino que van más allá; a la segunda venida de nuestro señor y el establecimiento de su reinado milenial.
Isaías 9:7 nos dice “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán limite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y conformándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”
Isaías 32:1 He aquí que para justicia reinara un rey, y príncipes presidieran en juicio”
Isaías 33:22 “porque Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro rey; el mismo nos salvara”
Bibliografía usada para este reporte:


Introducción a loas libros proféticos e Isaías

Autor Ernesto Trenchard

Isaías: La salvación del señor

Alfred Martin
Cristo en Isaías
F.B. Meyer

Auxiliar Bíblico Portavoz
Harold L. Willimington

Pagina de Internet
www.iglesia Bautista.org




QUIEN ES MI SOCORRO???
Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. Salmos 121:1
David pronunció este salmo estando rodeado de enemigos; tal vez a ti también el enemigo te ha rodeado de distintas maneras y quizás no sabes como zafarte de las garras del abatimiento, la aflicción, depresión, desanimo, pereza, adulterio etc. Pero  este puede ser el momento más oportuno para que alces tus ojos e invoques la ayuda que no viene de un monte sino del Cielo.
Imaginemos a David en ese preciso momento mirando hacia todas direcciones buscando alguien que  pudiera ayudarle, que viniera a sacarle del hoyo en el que se hallaba y al ver que no había nadie, recibe por iluminación del Espíritu Santo, esta certeza de que “mi socorro viene de Jehová”, que no viene de un ser humano, no de una persona como nosotros rodeada de debilidad y mucho menos viene de los montes que le rodeaban, sino de Aquel que hizo los montes.  Quizás tu habías puesto tu esperanza en lo que una persona podía hacer por ti y tal vez fuiste defraudado, pero es hora de que sepas que:
Aunque los hombres te den la espalda, aunque la gente se burle de ti , aunque te prometan y no cumplan, aunque parezca que nadie viene a ayudarte ; TU SOCORRO VIENE DE JEHOVÁ QUE HIZO LOS CIELOS Y LA TIERRA; ¿Será que ese Dios hacedor de toda la creación no es poderoso para socorrerte?.  Hoy quiero decirte que es Dios quien mueve lo que tiene que mover para que se cumpla Su voluntad, que es Dios quien da la orden para que tu bendición llegue y es Dios quien te socorre y libera del enemigo como lo hizo con David.
Si por causa de las situaciones que has vivido; solo levantas tus ojos a los montes buscando socorro, este es el momento de que los levantes más alto, de que los levantes a los cielos porque de allí viene tu verdadero socorro.


Oremos:
Padre amado que estás en los cielos, en este momento levanto mi mirada no a los montes, sino a los cielos porque de ti viene mi socorro; gracias te doy porque tú eres quien pelea por mí, eres quien me da la victoria, eres mi escudo, mi bandera, mi torre fuerte; en ti me escondo Dios y gracias te doy por sacarme adelante en el nombre poderoso de Jesús. Amén.








LA TENTACION Y LA SALIDA BIBLICA

Hna. Catalina González Pons

INTRODUCCION
Siendo el presente trabajo un intento de  estudiar el tema de la tentación y los recursos que nos proporciona la Palabra de Dios para salir airosos de su asedio y seducción, hemos querido partir de la premisa de que todo cristiano puede distinguir entre las situaciones de tentación y aquellas en las que nuestra fe es sometida a pruebas de parte del Señor.  Es por ello que iniciaremos el tratado, refiriéndonos a lo que la Biblia dice, sobre ambas situaciones.

Las pruebas: Con ellas se prueba el carácter del cristiano y tienen la finalidad de acercarnos a Dios. Las pruebas refirman la fe y provienen de Dios. 1 Ped. 1:6-7,   Sant. 1:2-4  

Las tentaciones: Tienen el propósito de seducirnos, hacernos pecar y separarnos de Dios. Proceden de satanás y de nuestra propia concupiscencia. Sant 1:14-15, Mat 4:1; 1 Tes. 3:5 Debemos estar plenamente seguros de que Dios no tienta a nadie, su Palabra lo dice muy clara y directamente, muy por el contrario, nos ha dado recursos para no caer en ellas. En Sant.1:13, la Palabra de Dios nos dice, que Dios no tienta a nadie y que tampoco El es tentado por el mal, en ambas áreas Dios está en control de todo, porque El es el Todopoderoso.

¿Pero no hemos visto como el diablo tentó 3 veces a Jesús nuestro Señor? Ciertamente de esto nos habla la Biblia en Mt 4:1-11 y en los capítulos paralelos de los evangelios de Lucas y Marcos; pero para entender porque Jesús fue tentado, debemos referirnos a Fil 2: 6, donde el apóstol Pablo nos dice que Jesús, siendo en forma de Dios, se despojó de su condición divina, tomando forma de siervo y fue hecho semejante a los hombres, abriendo así la posibilidad de que pudiera ser tentado, aunque nunca pecó.

En esto precisamente se fundamenta el gran recurso que tenemos los creyentes, el gran privilegio de contar con un mediador, un intercesor, un sacerdote que nos entiende, que se compadece de nuestras debilidades, porque las sufrió en carne propia y que aboga por nosotros ante Dios Padre, (Heb 4:15), habiendo sido además, nuestro sustituto en la expiación por nuestros pecados, y quien se apropió de la pena que merecía el pueblo por sus pecados para que pudiéramos ser salvos  Heb 2:17, 1 Cor. 10:13.
 

El caso de Job es un ejemplo claro de este dilema y de cómo el Señor tiene control sobre todas las cosas.  Veamos Job 1:6- 12  donde Jehová reta a Satanás por ante  la integridad de su amigo Job  y el maligno se dispone a demostrar que sin la protección y bendición de Dios, éste caería a la tentación. Las tentaciones afloran de nuestra propia concupiscencia y nos atraen y seducen, dando a luz al pecado, el cual nos lleva a la muerte. Sant 1:14-15 Aunque Satanás es el tentador, las tentaciones provienen de la influencia que éste ejerce sobre nuestra propia naturaleza humana pecaminosa y caída, desde nuestros primeros padres, Adán y Eva. El diablo conoce nuestra vida anterior, nuestras preferencias humanas, la debilidad de nuestra carne y va directo a recordárnoslo cada vez que tiene ocasión.

Los cristianos verdaderos podemos vencer las tentaciones porque en primer lugar Jesucristo es nuestro ejemplo. Jesús venció las tentaciones y al Diablo. La escritura enfatiza que Dios está con nosotros para socorrernos en la necesidad. 1 Cor 10:13  Debemos estar preparados para soportar toda tentación, porque el Diablo va a perseguirnos siempre en nuestra vida cristiana, tratando de hacernos volver al estilo de vida mundana del cual hemos sido libertados. Tener en cuenta, además, que las tentaciones pueden ocurrir en todas partes, por más seguros que creamos estar. Sant. 4: 4:7 y 1 Ped. 5:8, Por último es preciso  que entendamos, que  ser tentado no es pecado, que incluso puede ser una bendición espiritual pues cada vez que no cedemos a la tentación estamos demostrando nuestra firmeza, nuestra fe y nuestro amor a Dios y a sus propósitos. El pecado consiste en ceder a la tentación y la separación de Dios es practicar el pecado.

DESARROLLO

LA ACTUACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO

Iniciamos este estudio resaltando la actuación del Espíritu Santo en los sucesos previos a la tentación de Jesús, durante y después de Su bautismo. Cuando fue bautizado fue ungido con el Espíritu Santo, que vino sobre Jesús en forma de paloma y se oyó una voz del cielo que dijo: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”(Mateo 3:16-17). Tanto el bautismo de Jesús como las tentaciones aparecen juntos en los Evangelios sinópticos, como dos partes de un mismo hecho, y en ellos vemos como es el mismo Espíritu Santo quien lleva a Jesús al desierto para ayunar por 40 días. (Mt 4:1, Lc 4:1). Así mismo, su regreso a Galilea es guiado por el Espíritu Santo, quedando muy evidente Su participación en estos hechos. Durante todos estos acontecimientos Jesús se encontraba bajo los cuidados del Espíritu, sin embargo fueron momentos de grandes pruebas y sufrimientos, 1Ped 5:8, lo que representa una gran lección para el cristiano que quiere andar en los caminos del Señor, es una muestra de que como creyentes no nos espera una vida fácil, sino una vida en la que experimentamos los ataques del diablo, pero de  la que siempre podemos salir airosos, vencedores ante estos ataques. En Hech 14:22 Lucas el evangelista nos narra como el apóstol Pablo,  confirmando el ánimo de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe les  dice: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Hech 14:22

EL MOMENTO DE LAS TENTACIONES
Nuevamente tenemos que vincular tres hechos extraordinarios ocurridos antes de iniciarse el año de popularidad del Señor, su vida pública. Su bautismo, con el cual se identifica con el hombre pecador y con el que realiza un acto de obediencia al Padre. La unción del Espíritu Santo y la declaración que hace pública la voz divina del Padre: “Tú eres mi hijo amado, en ti tengo complacencia”.  Esto nos lleva a colegir que las tentaciones no estaban orientadas a entorpecer la forma en que Jesús cumpliría su ministerio o su misión, sino enturbiar Su relación y comunión perfecta con El Padre, porque ésta comunión y relación sería vital para llevar a cabo Su tarea mesiánica y redentora. Satanás aparece intentando impedir el Ministerio de Jesús, apelando primeramente, a la duda sobre Su condición Divina. De esta manera se hace muy evidente el nexo entre el bautismo de Jesús, la declaración que hace la voz del Padre sobre la naturaleza Divina del Señor Jesús y la tentación de satanás, Mt 3:17. Esta declaración es utilizada luego por Satanás para tentar a Jesús.

En dos de las tentaciones, éste se dirige al Señor diciendo: “Si eres hijo de Dios” y la gran sutileza del diablo está en que engañosamente insta a Jesús a hacer  un milagro aparentemente justo, Mt 4; un milagro, que de no significar que haría algo para satisfacción de Si mismo, para Su propio beneficio, no tendría ninguna dificultad para Jesús, pero que sí pondría en cuestionamiento, la naturaleza humana de Jesucristo, Su condición de humano, ya que le hubiésemos visto utilizar Su Poder Divino, para no tener que afrontar las necesidades y carencias propias del ser humano común.  De esta manera, Su vida en la tierra habría sido más fácil que la nuestra.

Si vemos el primer milagro hecho por Jesús en la bodas de Caná, cuando convirtió el agua en vino para suplir una necesidad de otros, o estudiamos la forma en que Jesús usa su Poder para mitigar el hambre de una multitud de más de cinco mil personas, podemos apreciar que esto era totalmente posible. Tampoco hubiese sido un pecado, ya que El mismo enseñó a sus discípulos a orar pidiendo “el pan de cada día “, pero nuestro Señor, a pesar de estar sin probar alimento por cuarenta días, no cayó en la tentación.

En la segunda tentación satanás insiste en quebrantar la perfecta armonía entre la naturaleza Divina y humana de Jesús. Incita a Jesús a que se arroje de la parte alta del pináculo del templo, de modo que pudiera demostrar sus condiciones divinas, Mt 4:5-7. El pináculo era el punto más alto del templo de Herodes el Grande, y era considerado por los judíos como el sitio donde el Mesías aparecería para mostrar su poder, de modo que satanás lo usaba para tentarle en Su orgullo, para tentarle a realizar una acción con la que ganaría prestigio, haciendo un espectáculo impresionante. Al igual que con la tentación anterior, el Señor fue tentado para que usara el poder divino en su propio favor, fue tentado “como hijo de Dios.” Pero Jesús demostró en esos momentos y en los milagros que hizo después, que no le interesaba la publicidad, no deseaba demostrar su poder, por lo que en muchas oportunidades pidió silencio a los enfermos que sanaba, porque no quería llamar la atención.

Como tercer intento ocurre la tentación en el monte, donde satanás, en un alarde de poder por la posesión del mundo, se lo muestra a Jesús ofreciéndoselo a cambio de que le adore Mt 4:8 . Satanás no había podido lograr que Jesús usara el Poder de Dios en su beneficio,  pero tenía aún sus posesiones para intentar atraerle. Si Jesús hubiera procurado poder de este mundo sin contar con el Padre y contando con lo que satanás le ofrecía, hubiese coincidido con lo esperado por los judíos, un rey poderoso en la tierra, pero habría estado muy distante de los propósitos de Su venida. Habría preferido al diablo antes que a Dios Padre. Diariamente satanás nos coloca en esta disyuntiva, nos presenta un conflicto de intereses, donde el cristiano debe escoger a Dios, y sólo puede hacerlo si es capaz de diferenciar lo que es de cada uno y si lo hace huyendo del mal, nunca enfrentándolo.

DONDE OCURRE TODO ESTO?
Mateo 4:1-11
La primera tentación ocurre en el desierto, lugar naturalmente desprovisto de recursos, propicio para que fuera tentado por el alimento. Luego el Señor fue llevado a dos lugares claves, la ciudad de Jerusalén, orgullo de los judíos y  al templo que era una de las maravillas del mundo de aquella época y luego en la tercera oportunidad, es llevado a un monte alto, donde Marcos dice que “estaba con las fierasMar. 1:13.

En ocasión de la tentación en el templo, también quería satanás destruir el perfecto equilibrio de la encarnación, provocando que Jesús hiciera alarde de sus poderes divinos, pero la humildad es precisamente el atributo del que Jesús hace gala al hacerse hombre, siervo y obediente . Fil 2: 6-8.   Cristo llevó la decisión de no usar su poder Divino hasta las últimas consecuencias, la muerte en cruz. De modo que otra vez vemos que el poder  del diablo “es limitado”, sabe muy bien cual es la tentación en la que podemos caer, sabe muy bien en el lugar que nos tienta, pero no puede hacerlo si nos mantenemos firmes en la fe. Satanás no arroja a nuestro Señor, porque no puede, no tiene el pode y así mismo pasa cuando nos tienta a nosotros, puede persuadirnos pero no arrojarnos al pecado.

Como última ocasión de ser tentado por satanás, El Señor es llevado a un monte alto, donde  el diablo le mostró todos los reinos del mundo y su gloria. Pero sabemos que Jesús vino para establecer un reino diferente a los reinos de este mundo, un reino espiritual que es la iglesia, como fue profetizado por el profeta Daniel. Daniel 2:44.  Tal y como Jesús les dice a sus discípulos, y en especial a Pedro, que el Hades no prevalecerá contra Su iglesiaMt 16:18.

Satanás no pudo tentarlo y tampoco logró que le adorara, pero es bueno hacer notar que cualquier forma indebida de establecer Su reino, sería una forma de adoración a satanás. En cierto sentido, la exigencia de satanás de que Jesús le adorara, resume en si misma todas las demás tentaciones, eso es lo que procura siempre el diablo, solo que esta vez se pone al descubierto, revelando sus reales intenciones.  ¿Caemos nosotros postrados ante el influjo engañoso de satanás por no saber diferenciar su reino del Reino de Dios?, ¿Pueden las alternativas fáciles, las riquezas rápidas, los puestos de poder atraernos hasta no importar lo que hacemos para alcanzarlos?


AREAS EN QUE SE DA LA TENTACION

Hemos estado estudiando el conflicto entre carne y espíritu que afrontamos ante la tentación, entre la decisión de ser obediente y hacer la voluntad de Dios o desobedecer y decidir seguir los deseos del Diablo. Y lo hemos estado viendo bajo la luz de las tentaciones hechas a nuestro Señor. No obstante, debemos profundizar un poco más para descubrir que satanás también procura tocar diferentes aspectos de nuestra persona, nuestro carácter, de nuestro espíritu, pero también de nuestra carne, de nuestro amor por el mundo. De esta manera trata de estimular tres áreas bien descritas en la Palabra de Dios. Que ejemplarizamos con 2 pasajes bíblicos, que invitamos a leer. Génesis 3: 1-9; y Mateo 4:1-11;
El apóstol Juan en su primera carta nos advierte sobre los peligros que representan ojos, la carne y el mundo (1ra Juan 2:16-17), y son esas áreas, las que persigue estimular satanás con la tentación. En la Palabra de Dios, vemos diferentes casos en los que podemos diferenciar muy bien estas áreas de influjo, a veces incluso como una secuencia de eventos que van precediendo o acompañando el pecado.  Y es que a través de los deseos de los ojos, nos llegan estímulos externos, podemos apreciar y admirar lo que es agradable a ellos, como un paso previo a que se produzcan otras reacciones en nuestro organismo, en nuestro ser y llevarnos de un pecado a otro.

Hemos visto anteriormente que satanás conoce las debilidades de cada uno de nosotros, que las usa como trampa para engañarnos y hacernos caer; la Biblia nos advierte para que no vivamos la vida que antes teníamos, siendo hijos de ira por nuestros pecados. Y es que en nuestra vida sin Cristo, todos hemos sido manejados por satanás y por nuestra concupiscencia. (Efesios 2:3), hemos sido dominados por los deseos de la carne, es decir, por aquello que es codiciable para tenerlo, comerlo, o aquello que al poseerlo nos produce placer. Esto hace muy difícil, que podamos vencer las tentaciones de la carne a menos que hagamos una total entrega al Señor (Gálatas 5:24),  que tengamos la voluntad de obedecer su Palabra y de vivir una vida plena en el Espíritu. (Gálatas 5:25) .


 La vanagloria de la vida es la tercera de las áreas por las que satanás nos ataca, el sabe que es muy fácil confundir nuestros intereses, con los del reino de Dios. Sin darnos cuenta podemos caer en el pecado de orgullo, de vanidad, al tratar de impresionar a los demás, podemos vanagloriarnos al utilizar nuestros dones para gloria personal, caer en una verdadera egolatría. 

Esto no ocurre solo a los nuevos creyentes, como reminiscencia del viejo hombre amador de si mismo, por el contrario, ocurre con mucha frecuencia a cristianos con posiciones de responsabilidad en las iglesias, quienes, como les ocurrió a los fariseos, se hacen vulnerables a los ataques del diablo y se llenan de “orgullo espiritual”, de vanagloria o  gloria vacía, haciendo suya la gloria que solo debe corresponder a nuestro Señor.

Jesús siempre dio prioridad a lo espiritual frente a lo material, un ejemplo podemos verlo en la forma que manejó la situación en Mt 9:1-7, en el episodio del hombre paralítico, cuando Jesús satisfizo la necesidades físicas de aquel hombre, solo después de satisfacer su necesidad espiritual, de perdón de sus pecados. Así mismo, los cristianos debemos dar prioridad a lo espiritual en nuestros Ministerios cristianos respecto de las obras de caridad y a la asistencia social.  Es sumamente fácil que ocurra lo contrario y que nos inclinemos a estas obras, que además resultan más espectaculares y atractivas, pero la exhortación y el ejemplo de Jesús están muy claros,  debemos preocuparnos tanto por las necesidades espirituales de  los demás, como por las físicas ya que “ambas actividades provienen del profundo y equilibrado amor de Cristo”.


RECURSOS PARA VENCER LA TENTACION

El Señor nos ilustra de manera exhaustiva, cómo conociendo la escrituras, podremos utilizarlas para vencer las acechanzas del diablo. Ellas nos proporcionan los elementos necesarios para ser más que vencedores en las distintas situaciones que el diablo taimadamente escoge para tentarnos.  El Señor Jesús quería que Sus discípulos entendieran cómo seria establecida su iglesia y que su venida no había sido para restaurar el reino material de Israel. Solamente se necesitaba que los apóstoles llegaran a entender las profecías de las escrituras. (Luc.  9:45; Juan 20:9)Que entendieran además, que las armas poderosas para establecer Su reino y la manera en que sus siervos habrían de vivir en él serían completamente espirituales,(2 Cor. 6:7; 2 Cor 10:4).

Lo mismo espera de los creyentes de hoy. Lo primero que ocurre a un creyente fiel y conocedor de la Palabra de Dios cuando es tentado por satanás, es que recuerda aquella porción que ha de ayudarle a evitar la caída. El Salmista dijo, "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti" (Salmo 119:11). Cuando la Palabra de Dios llega a ser una parte integral en la vida del creyente, le fortalece contra el poder que posee la tentación. La fe no fingida es traída a la memoria  del justo, dándole los argumentos y la fortaleza espiritual para rechazar la tentación (2 Tim. 1:5;  Prov 10:7) , para tener confianza en que no resbalará jamás (Sal 112:6).

Claro que el simple hecho de citar la Palabra de Dios no nos dará la victoria sobre la tentación. La Palabra puede ser usada incluso equivocadamente, como hizo satanás al tentar a Jesús, tergiversándola para apoyar sus propios argumentos, sacándola de contexto. (Mt 4:4)

Tenemos ejemplos bíblicos en que las Escrituras eran tergiversadas por religiosos, como los saduceos, que negaban la verdad de la resurrección (Mt 22:23, Gal 2:11-14 ), y los fariseos que le agregaban  falsas enseñanzas y dogmas. Hoy día también existen sectas que sólo utilizan las partes de la Biblia que les convienen para sus fines. Pero el uso apropiado y oportuno de la Palabra, nos lo enseña Jesucristo en el desierto,  (Mateo 4:1-11 , Marcos 1: 12-13 y Lucas 4:1-13) cuando dejando actuar al Espíritu Santo, responde negativamente al pecado trayendo la porción de las Escrituras usando la Palabra de Dios como la espada del Espíritu. (Ef 6:17. Luc 4:18)  

En las  Escrituras podemos encontrar también ejemplos de personajes bíblicos, quienes hallándose en peligro de pecar, pudieron vencer las tentaciones y salir airosos de distintas situaciones. Es el caso de José y la mujer del Faraón.(Gen. 39:7-9) quien no logró seducirle a pecar contra Dios. Otros como el rey David, que confesaron sus pecados cuando cedieron ante la tentación (Salmo 38:18) y finalmente otros fueron advertidos a huir de la tentación y la concupiscencia, como fue instruido Timoteo por el apóstol Pablo, en sus cartas (1 Tim. 6:11; 2 Tim. 2:22).

Los cristianos hemos recibido la fortaleza del Espíritu de Dios (Efe. 3:16) para poder mantenernos sin pecar, pero además, se nos han dado herramientas para prepararnos ante la tentación (Luc 22:40). La Biblia nos dice que debemos vigilar y orar.  (Mt. 26, 41). Vigilar consiste en alejarnos de las ocasiones peligrosas que sabemos nos pueden inducir al pecado, apartarnos del mal. No jugar o coquetear con satanás porque el es sabio, (Job 28:28) . Y dijo al hombre: He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal la inteligencia. Reconocer que esta lucha no es contra fuerzas humanas, sino contra fuerzas sobre-humanas y huir de ella, no enfrentarla y como bien nos describe Pablo en (Ef. 6, 11-18) apropiarnos y armarnos con la armadura del cristiano, que cuenta con todos los elementos necesarios para ser vencedores en la batalla espiritual contra el pecado.
Pero hay ocasiones en que la tentación no se aparta definitivamente después de haberla rechazado y en las que el Demonio ataca con gran insistencia. Esto no debe ser motivo de desanimo. Esa insistencia diabólica es una evidencia de que no hemos sucumbido ante la tentación. Ante estas situaciones hay que redoblar la oración y la vigilancia. Esta lucha, permitida por Dios, es una especie de ejercicio espiritual que fortalece al alma, Si rechaza la tentación una y otra vez, el Demonio terminará por alejarse, hasta que encuentre otro motivo u otro momento oportuno para volver a tentar, “Habiendo agotado todas las formas de tentación, el Diablo se alejó de El, para volver en el momento oportuno” (Lc. 4: 13).
CONCLUSION
Quisiera concluir apelando a este hermoso versículo que incluyó el apóstol Pablo en su carta a los filipenses, donde nos exhorta a que decidamos a hacer lo bueno o lo correcto. Fil. 4:8. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre, si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad. No que considere que solos podamos lograrlo, por el simple hecho de desearlo y decidirlo, sino que, reconociendo que separados de Cristo nada podemos hacer, (Juan 15:5)  nos agarremos firmemente de la rama principal que es Cristo, que nos nutre y vitaliza, como pámpanos que han de dar frutos y salgamos victoriosos ante las tentaciones, sabiendo que “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13)