domingo, 27 de noviembre de 2011

Condiciones para una oración que prevalece


24 de septiembre 2009


Condiciones para una oración que prevalece


No deja de ser un hecho que la mayoría de los cristianos tenemos ideas muy  vagas de cuales son las condiciones que hacen prevalecer su oración  ante el Señor.
Y no es exagerado decir que para el cristiano, todo crecimiento verdadero en la vida espiritual, la comunión cotidiana con Dios, depende de la práctica de la oración privada.

Acaso sabemos por qué los  cristianos nos sentimos tantas veces derrotados? Por qué son tan pocos los que llegan a los pies del Señor por nuestra predicación?, o por qué  nuestras iglesias no están  tan vivas y ardientes como lo estaban  las iglesias primitivas? O por qué no gozamos de aquel primer amor que inundó nuestras vidas de nuevos creyentes?
La respuesta es porque oramos poco.

Podemos estar seguros de que el secreto de todos nuestros “supuestos fracasos” está en el fallo de la oración personal.

Quizás alguna vez hemos meditado en cuánto debería maravillarse y admirarse el Señor de que entre nosotros, que de veras le amamos  y adoramos, haya tan  pocos que invoquen su  nombre y que se despierten para apoyarse en Dios??. Isaías 64:7

La inmensa mayoría de los cristianos no tenemos idea del significado de “la suplicación” y muchas iglesias de Cristo no celebran cultos de oración considerando que no hay necesidad de tales reuniones.

Nuestra iglesia celebra cultos de oración pero cuando esto se hace, la iglesia está generalmente vacía y el tiempo que dedicamos a la oración es tan poco que no podemos llegar a una verdadera adoración. Realmente disfrutamos nosotros de una reunión de oración? Se trata de un gozo o simplemente de cumplir con un deber?

Cuando miro a mi propio pasado y veo cuantos períodos de mi propia vida han transcurrido sin oración, no puede haber intención de crítica ni de señalamientos particulares en estas palabras, toda intención de juzgar se desvanece en mi mente y mis labios cuando miro nuestra la propia infidelidad y poca perseverancia en la oración.

Planteo esta pregunta con toda franqueza…..creemos realmente en el poder
de la oración? Creemos que la oración tiene poder para hacer mover la
mano que hace mover al mundo? Que es lo que hace mover la mano de
Dios?
Creemos que son válidas todavía las promesas de Dios respecto a la oración?
Tal vez proceda ahora una introspección que nos permita hallar respuesta a todas estas preguntas.

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